sábado, 19 de mayo de 2012

—Te quiero —Bonita manera de suicidarse.

¿No es triste?
Él la miraba, ella sentía que lo que veía en sus ojos era verdadero. Qué putada que te quieran y tú no sientas los mismo.
Ver que quizás nadie te quiera como lo hace él, pero que no puedes obligarte. Que te da alas, pero prefieres cortártelas.
Le sonrió, le acarició el pelo y le repitió por enésima vez lo bueno que era con ella. El siempre respondía lo mismo: “Te lo mereces” pero ella sabía que no era así.
Esa noche para él, hicieron el amor, para ella se follaron. Estaba claro, eran mundos diferentes. A pesar de todo ella no quería hacerle daño.
Él sabía que no le quería, pero le bastaba con estar con ella, aunque sólo fuera un rato.
Y se fue. “Ha estado bastante bien esta noche. Sabes que lo nuestro no puede ser, pero siempre tendrás un hueco en mi”. Él se quedó triste, pero no se lo demostró. “Para mi siempre serás tú, aunque haya otras” le dijo.
No se vieron en mucho tiempo. Se perdieron. Se verían más adelante pero no sería lo mismo. Ambos lo sabían pero sólo uno no quería creerlo: no estaban hechos el uno para el otro.

Y al final acabó aceptándolo. Y es que alguien dijo que el amor de verdad es querer tanto a alguien que si te pide que no le quieras, no le quieres. Bueno, no es que no le quieras, sino que dejas de demostrárselo. ¿No es triste?

2 comentarios: