¿No es triste?
Él la miraba, ella sentía que lo que veía en sus ojos era
verdadero. Qué putada que te quieran y tú no sientas los mismo.
Ver que quizás nadie te quiera como lo hace él, pero que no
puedes obligarte. Que te da alas, pero prefieres cortártelas.
Le sonrió, le acarició el pelo y le repitió por enésima vez
lo bueno que era con ella. El siempre respondía lo mismo: “Te lo mereces” pero
ella sabía que no era así.
Esa noche para él, hicieron el amor, para ella se follaron.
Estaba claro, eran mundos diferentes. A pesar de todo ella no quería hacerle
daño.
Él sabía que no le quería, pero le bastaba con estar con
ella, aunque sólo fuera un rato.
Y se fue. “Ha estado bastante bien esta noche. Sabes que lo
nuestro no puede ser, pero siempre tendrás un hueco en mi”. Él se quedó triste,
pero no se lo demostró. “Para mi siempre serás tú, aunque haya otras” le dijo.
No se vieron en mucho tiempo. Se perdieron. Se verían más
adelante pero no sería lo mismo. Ambos lo sabían pero sólo uno no quería
creerlo: no estaban hechos el uno para el otro.
Y al final acabó aceptándolo. Y es que alguien dijo que el amor
de verdad es querer tanto a alguien que si te pide que no le quieras, no le
quieres. Bueno, no es que no le quieras, sino que dejas de demostrárselo. ¿No
es triste?
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQue sabor tan raro tienen tus palabras...
ResponderEliminar